domingo, 31 de mayo de 2015

NEOPLATONISMO

En este trabajo se hablará acerca del neoplatonismo, su definición, quien lo fundó, sus características (en las que se encuentra la concepción filosófica), las doctrinas que se derivan de ella y como todo esto puede favorecer, generar razonamientos y cambiar la vida del hombre.

Con el término general de neoplatonismo se define el conjunto de doctrinas y escuelas de inspiración platónica que se desarrollaron desde el siglo 111 al siglo Vl, más concretamente desde la fundación de la escuela alejandrina de Ammonio Sacca (232) hasta la clausura de la escuela de Atenas impuesta por el edicto de Justiniano del año 529, El neoplatonismo se nos presenta como la última gran expresión del pensamiento pagano antiguo, una amplia síntesis en la que convergen las aportaciones de las diversas corrientes de pensamiento que habían caracterizado a la primera fase de la filosofía helenista, desde la filosofía greco-judía, hasta el neopitagorismo y el medio platonismo, que representa- la mediación más directa entre la doctrina platónica original y la reelaboración neoplatónica. Así pues, si por un lado el neoplatonismo entra en la tendencia general sincretista de la época, por otro intenta situarse -especialmente con Plotino- como un intento de salvaguardar la pureza de la tradición helénica de contaminaciones extrañas. Este último aspecto se comprende en relación con la profunda inquietud religiosa de la edad tardía antigua, que, además de determinar un campo complejo de interferencias entre las diversas escuelas, tendía a ofuscar la claridad lógica de la racionalidad griega con las inclinaciones místico-irracionalistas de Oriente.

CONCEPCION FILOSOFICA, CREENCIAS Y FUNDADORES

    El neoplatonismo surge en Alejandría en el siglo III como importante sistema filosófico.

   Y, fue muy difundido en diversas escuelas filosóficas en el siglo VI. Es una manifestación del platonismo; con aportes de otras doctrinas como la de Pitágoras, Aristóteles y Zenón; pero sin apartarse esencialmente del fundamento platónico. También, en el neoplatonismo se observan influencias de origen hindú y judío.
Según los neoplatónicos, el principio de todo lo existente es la unidad absoluta, lo Uno, realidad suprema, de la que surgen todas las demás realidades por emanación. El primer ser emanado del Uno es el Logos, también llamado Verbo, Inteligencia, que contiene las ideas de las cosas posibles. Después, la Inteligencia engendra el Alma, principio del movimiento y de la materia. El Uno, la Inteligencia y el Alma son las tres hipóstasis de la Trinidad neoplatónica. El ser engendrado se esfuerza en ascender hacia la perfección de que emana. Todo viene del Bien y tiende hacia el Bien. Para que el Alma se una al primer principio es preciso que supere el pensamiento y que, por el éxtasis, se confunda con Dios y pierda toda conciencia de sí misma. Cuando, por la ignorancia de su verdadera naturaleza e identidad, el alma humana experimenta un falso sentido de distancia e independencia, se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae en hábitos sensuales y depravados. El neoplatonismo mantiene que la salvación de esa alma es posible gracias a la virtud de la libertad de la voluntad que le permitió elegir su camino de pecado. El alma debe invertir ese curso, trazando en sentido contrario los sucesivos pasos de su degeneración, hasta unirse otra vez con el origen de su ser.
Amonio Saccas aparece como el fundador de la doctrina. Plotino, su representante más importante, permaneció once años junto a él antes de profesar su doctrina en Roma a partir de 244. Plotino estaba convencido de haber llegado, dos o tres veces en su vida, a esta unión íntima con la más alta hipóstasia. Su discípulo Porfirio tomó la dirección de la escuela a fines del s.II; y redactó las Enéadas tomando las ideas más importantes de su maestro y contiene una exposición amplia de la metafísica neoplatónica. Jámblico, que había sido el editor de Porfirio en Roma, fundó la escuela de Siria y enseñó en Apamea. Uno de sus discípulos, Edesio de Capadocia, fundó la escuela de Pérgamo.
El neoplatonismo, con Porfirio y Jámblico, se opuso al cristianismo, y imputó cada vez más jerarquía a los procedimientos prácticos destinados a provocar el éxtasis. Influyó en la patrística cristiana(Dionisio Areopagita, Agustín de Hipona) y también, a través de ella, en el pensamiento medieval y en la escolástica, hasta llegar al renacimiento(Marsilio Ficino, Pico della Mirandola).
La tradición filosófica del neoplatonismo se mantuvo en el s. V; fue enseñada a partir del 400 en la escuela de Atenas, por Plutarco de Atenas, uno de cuyos sucesores fue Proclo. La escuela de Atenas fue clausurada en 529 por un edicto de Justiniano; el diácono Damascio y Simplicio de Cilicia se refugiaron en Persia. La escuela de Alejandría, que después de la muerte de Hipatia (415), se había alejado del neoplatonismo y que, en el s. VI, había incluso llegado a ser un foco de resistencia a las doctrinas neoplatónicas, subsistió.
Según los neoplatónicos, el principio de todo lo existente es la unidad absoluta, lo Uno, llamada realidad suprema o gran vacuidad, de la que surgen todas las demás realidades por emanación. El primer ser emanado del Uno es el Logos, llamado también Verbo, o Inteligencia, que contiene las ideas de las cosas posibles. Después, la Inteligencia engendra el Alma como idea, principio del movimiento y de la materia. El Uno, la Inteligencia y el Alma son las tres hipóstasis de la Trinidad neoplatónica.
La doctrina central de Plotino es su teoría de la existencia de tres hipóstasis o realidades primordiales: el Uno, el nous y el alma. En realidad, el principio básico es siempre el Uno, mientras que las otras dos hipóstasis y el resto de realidades son derivadas.
El Uno de la teoría de Plotino es indescriptible, ya que es la unidad, lo más grande, hasta tal punto que a veces le denomina el propio autor como Dios, único, infinito. Plotino antes de querer corregir, prefiere guardar silencio que decir algo. Como principio y última realidad, esta absoluta trascendencia hace que no existan términos para referirla. Se trata entonces de la Unidad que funda la existencia de todas las cosas. Es ése el centro de toda su doctrina. El Uno está más allá del Ser y, por lo tanto, no hay ninguna definición que describa positivamente al Uno y opta por la vía negativa. Elude su comprensión porque la considera imposible según la modalidad humana de conocer.
La siguiente realidad o hipóstasis es el "nous". No hay una traducción adecuada pero algunos autores lo identifican con espíritu, mientras que otros prefieren hablar de Inteligencia, más esta vez no con un sentido místico sino intelectual. La explicación del "nous" por Plotino parte de la semejanza entre el Sol y la Luz. El Uno sería como el Sol y la Luz como el nous. La función del nous como luz es la de que el Uno pueda verse a sí mismo, pero como es imagen del Uno, es la puerta por la que nosotros podemos ver al Uno. Plotino afirma que el nous es observable simplemente aplicando nuestras mentes en dirección opuesta a nuestros sentidos.
Este concepto está tomado de la noción de dialéctica de La República donde un proceso similar se dice que conduce a la visión de la forma del Bien, no del Bien mismo.
El "nous" se puede, y muy probablemente se debe, entender como "la inteligencia pura". El "nous" procede de "lo uno" no a voluntad porque "lo uno" es tan "más que perfecto" que no puede tener voluntad, está mucho más allá; y todo lo que procede de "lo uno" es un especie de "escurrirse", de "desparramarse", en el acto de hacerse a sí mismo que es "lo uno"; por tanto la analogía del sol y la luz deben entenderse como una mera imagen para dar una idea de cómo "emana la luz" del sol; resulta más ilustrativo pensar "el despliegue de un círculo a partir de su centro".
La tercera realidad o hipóstasis es el alma la cual es de naturaleza doble. En un extremo está ligada al nous y tira de él. En el otro extremo se asocia con el mundo de los sentidos, del cual es creadora (o, mejor, plasmadora). Por tanto Plotino considera a la Naturaleza como el resultado de una procesión que va "hacia abajo" desde el alma.
Para adquirir la Gnosis (conocimiento) el ser engendrado se esfuerza en ascender hacia la perfección de que emana. Todo viene del Bien y tiende hacia el Bien. Para que el Alma se una al primer principio es preciso que supere el pensamiento y que, por el éxtasis, se confunda con Dios y pierda toda consciencia de sí misma. Plotino estaba convencido de haber llegado, dos o tres veces en su vida, a esta unión íntima con la más alta hipóstasis. 

Finalmente se puede decir que el neoplatonismo ha generado diferentes tipos de razonamientos en el hombre, cambiando su manera de ver la realidad, que van desde la oposición del cristianismo hasta la unidad existente de un uno supremo.

CIBERGRAFÍA


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